¡Oye! ¡Si aún no lo has hecho, éste es el momento perfecto para empezar a implementar prácticas sensuales! Ahora que la mayoría de nosotrxs ha tenido la oportunidad de experimentar la ralentización del tiempo durante el primer confinamiento (y tal vez nuevamente en la segunda ola..), ¡veamos cómo aprovechar esta experiencia y aplicarla en la intimidad!

De la serie de entrevistas realizadas por Élise Di a Christian de La Casa Dorada.

ÉLISE: ¿Qué es el contacto o toque sensual para ti?

CHRISTIAN: Es el despertar de todos los sentidos. Es abrir el cuerpo entero a un estado de alta sensibilidad, dándole espacio para sentir, para observar, para expresarse. Nos referimos a TODO el cuerpo y no sólo a las zonas erógenas.

ÉLISE: ¿Y qué se requiere para ese despertar de todos los sentidos?

CHRISTIAN: Para experimentar el con-tacto sensual, te invitamos primero a practicarlo en un formato que llamamos «El masaje mandón«, en el que una persona dará el masaje y la otra lo recibirá, con la intención de sentir el cuerpo y aprender de él.

  • Primera clave: Lentitud!

    Volvemos al punto de la introducción de este post. Es importante reservar el mayor tiempo posible y poner atención especial a nuestra presencia, al estar aquí y ahora con tu pareja, en la delicadez del momento compartido.

    El cuerpo necesita tiempo para integrar el mensaje sensual que recibe.

  • Segunda clave: ¡Comunicación!

    ¿Has hecho alguna vez un taller enológico, o una prueba de vino? En caso que no, te cuento cómo funciona. Te ponen frente a un set de copas con diferentes vinos y el sommelier te va preguntando continuamente: «¿Qué ves?»; «¿Cómo es el color?»; «¿Qué sientes?»; «¿Cuáles son los aromas y sabores predominantes?»

    Al principio resulta difícil encontrar las palabras, unx siente que su vocabulario es limitado e incluso podría llegar a copiar los términos de sus acompañantes por temor a decir algo errado..
    Pero sucede que probar un vino (o lo que sea) es una experiencia muy personal, única y original. Por eso es importante poder encontrar las palabras que expresen con precisión lo que sientes y percibes.

    Con el tiempo, a medida que vas aprendiendo a nombrar esas sensaciones, la calidad de los sentimientos se va refinando.

Entonces, mientras estés recibiendo un con-tacto sensual pregúntate a ti mismx (como haría un sommelier): ¿Qué siento en mi cuerpo? ¿Qué siento en mis piernas, en los laterales de mi cuerpo, en mi cuello?… ¿Cuáles son los sabores, los aromas de los besos y las muchas caricias que recibo?»; «¿Qué estímulo activa esta sensación?»…
Y compártelo con tu pareja. Le ayudará a sentirte mejor, a entender adónde y cómo te gusta que te toquen.

Y cuando te toque dar, puedes preguntarte «¿Qué veo?» mientras navegas con tu con-tacto por el cuerpo de tu pareja y percibes sus respuestas. Si él/ella no se expresara mucho con las palabras, puedes ser tú quien haga las preguntas «¿Qué sientes?» etc…

Para cerrar, más allá de desarrollar y refinar tu capacidad de sentir y percibir, aprenderás sobre todo a quererte mejor a ti mismx y a tu pareja.

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